Sarah Milton

Sarah es una mujer menuda, apenas si llega al metro sesenta. Delgada, pero con curvas en los lugares indicados de la anatomía de la mujer, como son las caderas, trasero y pecho.
A pesar de ser griega tiene un aspecto que se asemeja más a los egipcios, tostada de piel, ojos grandes y expresivos, uno de color azul y otro verde. Su cabello, ligeramente ondulado cae hasta la zona de su pecho, de un tono castaño oscuro.



Bondadosa, siempre mira el lado bueno de las personas, aunque hoy en día le cuesta mucho encontrarlo en según qué personas. Eso sí, tampoco es tonta y si ve que la atacan o que está frente a mala gente no duda en defenderse o propinar el golpe ella antes de que se lo den.
Inteligente y avispada, no se le escapa una a pesar de que es algo inocente en algunos temas como puede ser el sexo, ya que en su entrenamiento como Shaeïr no se tratan esos temas y ella nunca ha estado lo suficientemente cerca de un hombre como para comprovarlo.
Es valiente, no se echa hacia atrás por nada pues cree que puede vérselas con casi todo lo que se le pone por delante.
Bajo esa forma de ser directa e intrépida, se esconde una chica con muchos temores y miedos, creados por las continuos ataques del mal, aunque lo esconde bastante bien bajo un aspecto pasional.


Hija de una estirpe de guerreros, nació como cualquier otro Shaeïr. Desde bien pequeña la instruyeron para acabar tanto con bersheker, titanes y demás criaturas enemigas a ellos. Pronto demostró su gran valía como luchadora, puede que no con el cuerpo a cuerpo sino más bien con tácticas y movimientos inexperados que dejaban a sus contricantes asombrados. Como un gato, así es Sarah.
Hoy en día trabaja en un museo griego de Nueva York como historiadora de la antigua Grecia. Bajo esa tapadera día sí y día también continua combatiendo al mal.

Ficha aceptada, Sarah.
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